En el transcurso de la semana pasada fuimos testigos, una vez más, de lo que viene siendo en palabras de la clase política de este país como la “sensación” de inseguridad ciudadana; pudimos ver como un cambista luego de ser asaltado no tuvo otra opción -para recuperar parte del dinero arrebatado- que matar de 7 disparos a uno de los delincuentes que lo asaltó.
El hecho del asalto en sí mismo no hace más que evocar en nuestra mente esa sensación, ese vacío en el estómago, ese temor de salir a la calle, sea como sea, en auto, en transporte público, a pie, etc; y ser atacado por algún carterista, raquetero, secuestrador, marca, etc, etc, etc. Ante esto, se podría decir, que nos encontramos curtidos y lo consideramos normal, siendo que lo normal hoy por hoy es que en los noticieros matutinos diarios se reporte al menos un asalto con consecuencia de muerte o dejando mal herido a alguna de las partes involucradas, día tras día.
No hubiese levantado polvo sino fuese por la segunda parte en este evento, el cambista para recuperar su dinero disparó y mató al delincuente. Aquí nos despertamos y ese “vacío”, esa “sensación de inseguridad” parece ser aliviada como nos aliviaría la acidez una sal de andrews, solo por el hecho de que corrió con buena suerte y tenía un arma consigo para defenderse, si señor, hemos encontrado la solución.
A ver dijo un ciego, como comentaba en una columna sobre el feminismo, no considero que la solución al machismo sea el feminismo porque es más de lo mismo y en este caso tampoco creo que la violencia sea puede resolver con otra dosis de violencia, no podemos despojar a este caso de su complejidad y sí que lo es; sin embargo, podemos utilizarlo para analizar lo que es nuestra sociedad y en lo podríamos terminar de seguir así.
No cabe duda que al pensar y repensar este hecho a todos nos provoca salir corriendo a comprar un arma, tramitar la licencia y listo! Estamos protegidos de esos malditos. ¿Sera cierto?
Sinceramente no lo creo. No basta con tener un arma y saber usarla para resolver el tema. Los índices de violencia están aumentando por donde los veamos y en ese sentido no deberíamos contribuir a más de lo mismo.
Es extremadamente necesario la intervención de la policía pero también el brindar alternativas de formalización para poder brindar oportunidades disminuyendo el riesgo de la calle y el dinero en efectivo, esto último no quiere decir que alguien tiene el derecho de quitarnos lo que, con esfuerzo, conseguimos en cuanto a pertenencias pero sabemos que especialmente los cambistas han sido y siguen siendo un blanco fácil por estar demasiado expuestos. En resumidas cuentas necesitamos abordar las diferentes aristas del tema para una solución integral.
Solución que necesita este tipo de casos y no enfocarnos en favorecer a la violencia porque podría devolverse a nosotros.
Fernando Legúía
Promotor Programa de Jóvenes
Municipalidad de Miraflores
Foto: http://viewsfromthesofa.files.wordpress.com/2012/12/bad-bank-robbery.jpg
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