viernes, 28 de febrero de 2014

El emprendimiento, otra opción

Con la evolución de los mercados, la globalización y la restringida oferta de empleo a las nuevas generaciones les han llegado la opción o la necesidad de ser empresarios. Más del 90% de las empresas del país somos PYMES y hacemos un aporte bien significativo al producto interno bruto de Colombia. Con el exceso de oferta de profesionales el emprendimiento se ha convertido en una viable alternativa de trabajo.

Hemos llegado al punto en que aunque un profesional haga más especializaciones sus ingresos o posibilidades de empleo no aumentan y partiendo de esta realidad deciden embarcarse en la aventura de ser empresarios.

Otro factor que contribuye a la formación de una cultura empresarial en el país es la poca capacidad de los gobiernos de sostener la carga pensional de los empleados. Por ello además de que la mayoría de los jóvenes se tendrá que mercadear a sí mismos o a su empresa, también tendrá que preocuparse por forjar su propia jubilación en un fondo de pensiones público o privado sin que sea responsabilidad exclusiva del estado. Las épocas en que bastaba un pregrado para perpetuarse en un empleo a recibir cómodamente una quincena fija y salir jubilado son cosa del pasado.

En una conferencia de emprendimiento, algunos jóvenes en el umbral de su carrera contagiados por el pesimismo regional me preguntaban que si pese al letargo de algunas ciudades sería posible hacer empresa y que podía hacer el gobierno por ellos. Más que buscar soluciones o respuestas rápidas y que dependan de factores macroeconomicos, creo que ser empresario es cuestión de actitud, de tener un proyecto de vida trazado y de tener muy claro el papel del mercadeo en la idea de negocio. Del mercadeo parte el primer eslabón de la cadena para que una empresa sea viable. La misión de la empresa antes que generar utilidades es que perdure, cree una marca reconocida y genere valor con un factor diferenciador que estimule las ventas. La pregunta del millón. ¿Cómo escoger una idea de negocio? Cito algunas fuentes: Los ejercicios de lluvia de ideas, los contactos personales, la subcontratación de procesos, hobbies, las ferias comerciales, publicaciones gremiales, tesis universitarias, implantación de nuevas tecnologías, las franquicias, buscar en instituciones de apoyo, identificar productos importados para producirlos a menor costo, desarrollar productos que tengan que ver con nuevas tendencias(Ecología, comunicación, estética, recreación, productos dietéticos, la seguridad).

Otra manera de encontrar ideas es analizar por qué compran los clientes. Compran para ahorrar tiempo (por eso usamos el fax, Internet y los computadores). Compran por comodidad (parqueo, juegos), compran por credibilidad o sea el respaldo que les da una marca o compran por el estatus que representa usar un producto. No todas las ideas tienen que ser muy sofisticadas. Puede ser algo existente y ofrecerlo más rápido, mejor distribuido, con mejores condiciones de pago, etc. En todo caso con un elemento diferenciador importante frente a la competencia. Insisto, muy enfocado al mercadeo.

A diferencia de los que optan por ser empresarios como escampadero, se requiere una buena dosis de pasión por lo que se hace, convivir con la incertidumbre y perder el miedo al fracaso por que el único que no se equivoca es el que no hace nada, pero vale la pena optar por este gratificante modo de vida, que no nos libra de las crisis u otros obstáculos, pero es una forma de saborear la libertad, de pasar de los derechos a las responsabilidades, de saber que la suerte no existe, que se tiene toda una vida para ser ordinario y solo una oportunidad para ser extraordinario.

Los interesados en emprender pueden aprovechar las actuales instituciones de apoyo como el parque de innovación empresarial, el fondo emprender, las incubadoras de empresas, Los gremios con su vocación exportadora y de contribuir al empleo, las secretarías del emprendimiento y otras entidades que fomentan la creación de empresa y que infortunadamente no existían en mi generación. 

No podemos esperar a que el gobierno solucione todo o basar el aprendizaje únicamente en la academia. Lamentable el hecho de que en colombiael nivel de lectura percapita no supera 2 libros por año en promedio, mientras que los países desarrollados pasan de 10. Si en vez de dedicar 3 horas semanales a ver novelas o realityes los jóvenes leyeran ese tiempo equivalente, en tres años serían expertos en un tema, y es que el empresario prospero debe investigar y leer mucho para encontrar respuestas y escalar posiciones en su negocio, en especial sobre asuntos de ventas o mercadeo.

No es cuestión de suerte, estudio, dinero o salud. Es de actitud. El hombre no hace nada hasta que la causa para la cual trabaja, posee todo lo que hay en él.


Por Eduardo Gómez Giraldo.

¿Qué te falta para poder empezar?


Me escribe una lectora comentándome que su principal obstáculo es la falta de seguridad ante nuevos emprendimientos. De hecho, no es la primera que me comenta algo así. ¿Cuántas veces le has dado vueltas a algo en tu cabeza y al final no te has atrevido a dar el primer paso? Tienes en mente una idea, algo que te hace mucha ilusión, que te apetece mucho pero siempre le encuentras un pero, ¿verdad? Ya sea empezar tu propio negocio, cambiar de profesión o cambiar algo de tu vida que no te satisface, parece que nunca te atreves a dar ese primer paso.

Primero decirte que es normal, ante cosas nuevas, el miedo y la inseguridad aparecen rápidamente. No te pasa sólo a ti, nos pasa a todos. El miedo es ese compañero constante que no te abandona ni a sol ni a sombra. A veces es bueno, evita que cometas locuras; pero normalmente es un estorbo, te impide hacer lo que realmente quieres hacer. Como ya he dicho en otras ocasiones, el miedo se disfraza de excusas que, para ti, son poderosas razones para no hacer lo que quieres hacer. Ante un nuevo emprendimiento algunas de las más frecuentes son:

  • Falta de motivación
  • Falta de seguridad o confianza en ti misma
  • Falta de experiencia o conocimientos
  • Falta de tiempo


¿Cuál de estas excusas te pones tú para no empezar? Para empezar algo nuevo lo más importante es sólo una cosa: querer. Cuando realmente quieres hacer algo, no hay nada que te pare. Aunque tengas miedo, aunque creas que no sabes lo suficiente, sigues adelante. Y una vez has dado el primer paso y llevas parte del camino recorrido, si miras para atrás te das cuenta de que:


1. Tu visión es lo que te mantiene motivada. No necesitas una motivación especial para empezar. Si la tienes perfecto y si no, llegará a medida que vayas avanzando y logrando cosas. Lo que de verdad importa es que tengas en mente qué es lo que quieres conseguir y por qué es importante para ti.

2. Es difícil tener seguridad en ti misma al principio. Pero al igual que con la motivación, a medida que avanzas y aprendes cada vez tienes más confianza en ti misma. Cada vez aprendes más rápido y te das cuenta de que lo que de verdad marca la diferencia y genera resultados es actuar, implementar lo que sabes cuanto antes. Formarse es importante, pero hacerlo indefinidamente como excusa para no empezar (porque tienes miedo de no estar a la altura) no te va a llevar a ningún lado. Hasta que no empiezas no te das cuenta de que estás sobradamente preparada y lo que te falta lo aprendes o contratas por el camino.

3. Cuando sabes el “qué”, el “cómo” aparece. Es una de las partes más agradables de atreverte a empezar algo nuevo. Cuando sabes qué quieres pero no cómo lo vas a lograr y aún así tomas la decisión de ir a por ello, entonces el cómo se va presentando poco a poco. A lo mejor te gustaría tener tu propio blog pero no tienes ni idea de cómo empezar y, de repente, te llega al correo el artículo “Cómo empezar tu blog en 3 pasos”. O te decides a empezar tu propio negocio y ves un anuncio de un coach o consultor especializado en emprendedores. Los más escépticos no os creeréis esto, pero pasa. Ya lo dice el refrán “Cuando el alumno está listo, el maestro aparece”. ¿La explicación “científica”? Cuando te centras en algo empiezas a notar cosas que antes te pasaban desapercibidas. Seguro que habías recibido un montón de mensajes sobre blogs, pero ni te diste cuenta porque no era tu objetivo. Ahora que lo es, empezarás a encontrar lo que necesitas para avanzar.

4. Cada uno saca tiempo para lo que quiere. Si no tienes tiempo es que no te interesa sacarlo. Es una cuestión de compromiso. No tienes por qué hacerlo tampoco, puedes seguir como estás. Pero si realmente quieres cambiar, ¿qué puedes hacer hoy mismo para sacar tiempo?


En mi experiencia, si de verdad quieres sacar adelante algo nuevo, tener una visión, un plan, una estructura y alguien que te apoye y te guíe es fundamental. Pero lo más importante de todo es estar comprometida al 100% con tu proyecto. ¿Tú lo estás?


Por Aida Baida Gil

¿Cómo generar más ingresos?


Resumen: ¿Buscas formas de generar más ingresos en tu negocio de servicios que no requieran de tanto tiempo? Entonces lee este artículo para aprender 5 formas de lograrlo.

Si vendes cualquier servicio, seas consultor, autor, coach, abogado, contable, etcétera, necesitas estar físicamente presente para generar ingresos, ¿correcto? ¿Pero qué pasaría si te enfermaras o te fueras de vacaciones? Piensa en esa pregunta. ¿Qué pasaría si no estuvieras presente para generar ingresos?

Si tu negocio depende de tu presencia física y por la razón que sea no puedes estar ahí para ganar dinero, estás básicamente a un paso de la quiebra (a menos que dispongas de un equipo que maneje el negocio y tú solo tengas que recoger el dinero). 

Pero ¿sabías que existen muchas formas de generar ingresos pasivos (pasivo = no tienes que estar presente) que te permiten disfrutar del tiempo, la libertad financiera y de las cosas que más te importan, sean familiares, amistades o unas ricas vacaciones 2 o 4 veces al año? Claro que sí, y aquí te menciono 5 de tantas que te ayudarán a lograrlo.

1. Reportes o ebooks

Esta estrategia la conoces. Básicamente transferirás tus conocimientos a reportes o ebooks electrónicos que se vendan las 24 horas del día, los 7 días de la semana, a través de tu página web. El trabajo físico está en la creación, pero, una vez creados, los puedes vender para siempre sin estar presente. ¡Eso me gusta! ¿Y a ti?

2. Audios
Con esta estrategia tienes varias formas de generar ingresos. Puedes grabar una serie de audios donde compartas diferentes estrategias que ayuden a la persona a lograr algo o puedes grabar una serie de clases en audio y enviarlas semanalmente a través de un autorrespondedor.

Lo que me gusta de esta estrategia es que no tienes que escribir nada. Claro, la carta de ventas tiene que ser escrita, y los emails que enviarás, pero el trabajo “pesado” se convierte en liviano porque solo usas tu voz. ¡Y puedes ir más allá!

3. Audio en CD

Estas clases o series de audios pueden convertirse en productos físicos que envíes a cualquier parte del mundo sin que tengas que mover un solo dedo (hay empresas que se encargan de copiar el audio a un CD y enviarlo por ti a precios ridículamente bajos).

Si te fijas en mis productos, la mayoría son audios que la persona puede descargar o escuchar en mi página web, pero ahora convertí esos audios en CD a través de mi curso Páginas Web que Atraen y Venden, y las personas podrán recibirlos en su casa.

4. Teleconferencias

Las teleconferencias son excelentes porque te permiten educar a cientos a la vez desde la comodidad de tu hogar o tu oficina. Puedes grabarlas y vender los audios en tu página web para siempre y de forma automática.

Si miras mi ejemplo, grabé la teleconferencia Cómo Crear, Promocionar y Vender tus Propios Reportes o Ebooks. Vendí la teleconferencia y ahora los audios están listos para que las personas los compren cuando quieren. ¿Dónde estoy yo cuando eso sucede? Durmiendo, de pachanga con mis amigas o descansando en mi hogar con mi familia. Eso me encanta porque la libertad del tiempo es uno de los valores más importantes para mí.

5. Membresías

Tuve un grupo de membresía en el pasado, y en el que viene regreso con otros más agresivos. Básicamente consisten en que un grupo selecto de tus clientes tendrá acceso a un portal o foro privado donde les enseñes a cambio de una cuota mensual.

Esto se conoce como Ingresos Residuales, y será la estrategia en que con más agresividad me enfocaré en el año que se avecina porque no hay nada como recibir ingresos mensuales sin la necesidad de estar creando más productos o servicios. De hecho, yo pertenezco a 3 grupos privados y pago $97 mensuales por 2 de ellos y $147 mensuales por el otro. 

Amado lector: Existen muchas formas de generar ingresos pasivos, que es lo que quiero para ti. Las que compartí son solo 5 de tantas, y la pregunta sería…

¿Estás atado frente a tu computadora todo el tiempo? ¿Estás planificando la siguiente estrategia que te permitirá ganar más dinero de una forma más pasiva? Piénsalo porque fácilmente estarás a un paso de la quiebra si te enfermas o no puedes continuar tu negocio por un tiempo por la razón que sea.


Por Diana Fontanez

Incubar negocios


Ser visionario, entusiasta, tener buenos propósitos, conocer la fórmula que lo ayudará a construir una empresa capaz de facturar varios miles y por qué no millones de dólares, pero no tener los recursos necesarios para sacar adelante sus proyectos, o no contar con una completa red de contactos necesarios para establecer alianzas estratégicas para fortalecer su idea o para conseguir clientes iniciales que apuesten por usted........¿es éste su caso?.

Pues no hay excusa, hay cientos de incubadoras de empresas, capitalistas de riesgo, entidades bancarias, organizaciones gubernamentales o no, cámaras de comercio, consultoras de franquicias, personas y, para no extender mucho la muestra, concursos de emprendedores dispuestos a escuchar y analizar su proyecto para darle un visto bueno y apoyarlo financieramente si el mismo es realmente bueno y bien estructurado. 
Incubar Futuro, la Incubadora de Empresas de Antioquia, Ventures, Accenture, Factoría Gris, Mundo Franquicias,Ideas4Capital, son algunos cuantos ejemplos de entidades atentas a emprendedores como usted.


El conocimiento, la creatividad, el entusiasmo, son activos muy valiosos y muy bien valorados en esta época de grandes cambios. Cada una de las empresas y personas interesadas en un desarrollo económico y social, deben apoyar con entusiasmo no sólo a emprendedores dispuestos a arriesgarlo todo con tal de sacar adelante sus sueños, sino a realizar un verdadero cluster con incubadoras de negocios y demás entidades dedicadas a la identificación y apoyo de visionarios ansiosos por hacer su aporte a la sociedad. El acercamiento a éstas organizaciones no debe ser simplemente simbólico, sino real, no sólo a través de donaciones sino mediante acciones direccionadas a brindar asesoría a los futuros empresarios que estarán de seguro muy agradecidos de escuchar a ejecutivos y empresarios con gran experiencia, para que estos les comenten sobre sus actos, y que estos participen activamente en ayudar a trazar el camino de nuevas organizaciones evitándoles cometer errores que retrasen su paso a la consolidación, necesario para salir del seno protector de una incubadora de empresas. Es también preciso que las organizaciones acompañen a los emprendedores a través de la contratación de productos y/o servicios ofertados por estos, capaces de competir con otros proveedores consolidados en el mercado; aquí la invitación es a que los empresarios consolidados confíen en las nuevas promesas y se rompa el veto a la entrada de nuevos proveedores o competidores en el mercado, toda vez que en el mediano y largo plazo dicho apoyo se convertirá en un fortalecimiento de la economía nacional, en incrementos de calidad, competitividad y productividad.

Si usted es un visionario convencido de las posibilidades de éxito de su proyecto, busque la mejor alternativa para incubar su negocio. Si usted es un empresario o ejecutivo perteneciente a una empresa consolidada en el mercado, acérquese a las incubadoras de empresa, cámaras de comercio y demás entidades que apoyan nuevas promesas, para prestar un verdadero apoyo y de ésta forma, contribuir activamente en el desarrollo de su comunidad.


Por Hermes Ruiz Rincón


Emprededators

En el planeta tierra, una nueva especie de aspecto humanoide irrumpe con fuerza en las economías desarrolladas y en vías de desarrollo del planeta tierra.

Esta nueva raza, es amparada, protegida y alentada en espíritu, para generar nuevas ideas, nuevos proyectos y en lo posible, con el apellido de “innovadores”.
Lo cierto, es que esta especie de androide movido por la ambición, habitualmente tiene una muerte triste y en soledad.

Pareciera que el ímpetu impuesto para su proliferación fuera un espejismo, o al menos, una carnada fresca ante la desesperación y anhelos exuberantes por lograr el éxito y el reconocimiento. El espíritu de este humanoide, es libre, soñador y con elevados niveles de ilusión, constantemente apuñalada por la poca sintonía con el mundo que le rodea.

El mundo real, donde vivimos físicamente, incluido este humanoide, está compuesto por varias especies y subespecies de seres que conforman familias, villas, pueblos, ciudades, países, continentes, pero un solo planeta. Es allí donde interactúa y de desenvuelve.

El espíritu que regenta este humanoide, se forja por varias fuentes, las más comunes son la adversidad y la imitación. Cuando aflora por vía de la adversidad, la meta fundamentalmente es sobrevivir a través de la creatividad, iniciativa y lucha constante, y cuando nace por imitación, la meta es ser y hacer lo mismo que el más top de los humanoides. Hoy, regalan dinero para ponerse el título de emprendedor. Esto ha generado un boom de “emprendimiento” imitativo.

En el planeta donde el emprendimiento está de moda, hay muchos emprendedores cortados por la misma tijera, que desde la óptica de la inversión son fácilmente catalogables, como por ejemplo, el emprendedor científico o de laboratorio, el emprendedor que siempre quiso ser emprendedor, y el emprendedor que no tiene conciencia de serlo. Estos subgrupos, podrían ser motivo de un artículo de taxonomía, pero me gustaría concentrar la atención en ese emprendedor que no tiene conciencia que es emprendedor, pero que emprende cada segundo de su vida.

Este emprendedor inconsciente, es aquel que no sabe hacer otra cosa que no sea luchar. Para ponerle el título de emprendedor inconsciente Premium, debe tener algún título profesional, pero para llamarlo EMPRENDEDATOR, debe tener cicatrices en cada uno de los planos de la vida, capaces de cubrir con una piel gruesa el constante apaleo y vaivén entre la frustración y la felicidad. Para este emprendedor de piel curtida y temple de acero, no le hace falta dinero para emprender. Sus sueños son tan nítidos que no le queda más remedio que ir en búsqueda de ellos a paso firme.

He visto EMPRENDEDATORS repartidos por el mundo, algunos que sin tener manos tocan guitarra y que sin tener una gran visión, son capaces de ver bajo el agua. Habitualmente, hablan un lenguaje común, el lenguaje de la intuición y puedes encontrarlos en lugares poco habituales y algo exóticos.

Hace poco me tope con uno en el desierto del Sinaí, porque para él era el mejor lugar del mundo para cultivar peces, pero donde me he topado con muchos, es en la luna!, ahí solemos estar todos en algún momento del día o de la noche.  


Por Aarón Golzman

El plan B y el plan C


Diana García, abogada trabajando en una oficina de abogados con un atractivo sueldo, disfrutaba su vida en la ciudad de México sin pensar que un día la despedirían. Reconociendo que el despido le dolió mucho y después de llorar por su situación, pensó que esta era la oportunidad de perseguir su sueño.

Cuatro meses después, inició su Plan B, estableció un negocio propio de comida rápida esperando que trabajando apasionadamente, tendría una vida más saludable, con tiempo para ella misma y con seguridad económica. En lugar de eso, después de algunos meses se vio a si misma trabajando todo el día sin descanso, los siete días de la semana. Se levanta a las 5:30 de la mañana (antes que cualquier abogada que ejerce su carrera) y hace todo tipo de trabajos físicos. Los domingos los dedica a trabajos administrativos y a estar al día con la contabilidad de su negocio establecido formalmente.

Diana dice que su Plan B es más duro que su trabajo anterior como abogada y que en su afán por ser emprendedora, solo pensó en trabajar para sí misma siendo su propio jefe, ser libre para disponer de su tiempo y obtener satisfacción personal y profesional. Nunca pensó en los riesgos: la curva de aprendizaje tan pronunciada, el esfuerzo físico requerido trabajando más de 12 horas al día y el estrés que ello ocasiona.

La decisión de convertirse en emprendedor no debe tomarse a la ligera. Algunas veces los medios de comunicación nos presenta historias de héroes emprendedores que se cambiaron con éxito de empleados a empresarios pero la realidad es que, aunque se presenten tiempos de crecimiento y bonanza en el negocio propio, el riesgo de fracaso siempre está latente y la demanda de tiempo permanece o incluso aumenta para el o los propietarios.

En otro caso, buscando entre otras cosas, tener tiempo para ella misma, Laura emprendió una nueva vida como organizadora de bodas, después de estar trabajando en una empresa ganando $600 mil por año trabajando 12 horas diarias. Ella describe su experiencia de organizadora como “creativa, divertida, llena de detalles y programas”. Sin embargo, un poco después de haber iniciado su negocio, se dio cuenta que su ilusión de trabajar de 9 de la mañana a 7 de la tarde se desvanecía. Con frecuencia se queda trabajando en su computadora hasta pasada la medianoche, haciendo presupuestos detallados, modificando su página web, y cuando tiene una boda en puerta, trabaja hasta 17 horas el día delevento. 

Cuando tuvo su primer cliente, un ex-compañero de la escuela, le cobró $25 mil pesos por un trabajo que le costó organizar durante cinco meses, más que el interés por la paga, ella se quería probar a si misma. Cuando calcula su pago por hora de trabajo, a veces solo obtiene $20 pesos por hora en lugar del equivalente en su trabajo anterior de $192 pesos. En los negocios propios la aritmética muchas veces no justifica el tiempo empleado. Cuando uno es su propio jefe, la jornada diaria de trabajo realmente nunca termina.

Hace tres años, José Claudio, después de haber sido despedido de su empleo como gerente de recursos humanos, aplicó también su Plan B, decidió cambiar de residencia y se fue a vivir a una ciudad que ha tenido mucho desarrollo industrial; su sueño era crear una empresa de servicio de comedores industriales. Hoy, más que dedicarse a diseños de menús y de comidas balanceadas, emplea más del 60% de su tiempo en trabajos administrativos, No solamente es su propio jefe, también es su propio contador, vendedor, mercadólogo, encargado de almacén y repartidor. José Claudio dice: “Hay días en que no hago nada relacionado con alimentos, solo hago muchas otras actividades”.

Aun cuando los negocios propios se estabilicen, los sacrificios personales están a la orden del día. Ser emprendedor en lugar de empleado de una empresa, obliga a sacrificar las prestaciones comunes de atención médica, aguinaldo, vacaciones pagadas y prima vacacional, entre otros. Un joven empresario comenta que mientras su negocio se estabilizó, a veces solo comía avena preparada y un flan como postre.

Ocasionalmente, cuando se va en pos del Plan B, puede existir la necesidad de un segundo empleo temporal y si ello es posible, se toma como opción. Laura, la organizadora de bodas, en los primeros meses del inicio de su negocio propio, trabajo por horas en una escuela como coordinadora de orientación vocacional recibiendo una paga equivalente de $120 pesos por hora. “Era una carga muy pesada, pero tenía que pagar algunos gastos cada mes”, dice Laura.

Otras veces, el negocio que se inició con tanto entusiasmo y tantas expectativas, solo da para sobrevivir en la informalidad, cuando ello sucede así, es tiempo de replantearnos el negocio, de buscar otras alternativas. La buena noticia es que un esfuerzo emprendedor que no funcionó como esperábamos, nos prepara para otra oportunidad y cuando esta oportunidad se busca con ahínco, por lo general encontramos nuestro Plan C que justificará todos los riesgos e incertidumbre que enfrentamos en nuestro Plan B.


Por Juan Manuel González Cerda

viernes, 14 de febrero de 2014

¿Cómo eliminar el miedo a la competencia?

Una de las mayores preocupaciones como profesional o emprendedora es siempre la competencia. De hecho, es una de las primeras cosas que se tienen en cuenta: analizar la competencia. Es algo inteligente y hasta imprescindible, desde luego; pero también puede ser perjudicial porque incrementa mucho tu inseguridad, sobre todo si aún no estás bien establecida. Lo primero que piensas es, “Pero como van a encontrarme a mi si hay miles de... (coaches, abogadas, médicos, lo que sea)”. Y te entra una angustia que prácticamente hace que quieras abandonar. Otra opción es pensar que no estás a la altura, que nunca vas a poder llegar tan alto como… y te comparas con gente que lleva ya años en la industria.

Esto nos pasa a todos, especialmente al comienzo de algo nuevo. Analizar la competencia es algo que como negocio tienes que hacer (y como profesional también), pero no para compararte sino para ver lo que hay, lo que funciona, lo que te gusta y lo que no. ¿Qué puedes hacer entonces para no agobiarte o paralizarte por el miedo a la competencia?

1. Tener muy claro tu modelo de negocio, qué quieres ofrecer y a quién. O, si eres profesional, tener muy claro qué quieres profesionalmente. Para eso, tienes que sentarte a pensar en lo que tu quieres, no en lo que está haciendo la competencia que yo tengo que copiar. NO. Puedes analizar la competencia para coger ideas y ver lo que te gusta pero no para copiar. Primero porque es algo desleal e ilegal y, segundo, porque serías una vulgar copia. Aplica lo que te guste a tu negocio de forma personalizada y piensa en qué es lo que de verdad te gustaría hacer a ti, aunque sea diferente de lo que hace la mayoría….

2. Se tu mismo. Hay una cosa que te diferencia del resto del mundo, tu misma. Por mucho que haya miles de profesionales con tu especialidad, ninguno son tu, con tu estilo, tu personalidad; y solo eso ya atraerá a muchas personas. Lo único que tienes que hacer es mostrarte como eres. Esto es lo que te decían tus padres y lo que dicen en las películas pero es verdad. No finjas algo que no eres porque no va a funcionar. Se natural, se tu. Que te encanta hacer bromas, hazlas con tus clientes, que te encanta bailar, aplícalo a tu negocio (sí, se puede, quieres un ejemplo: Marie Forleo), que dices tacos más que hablas (también conozco a una coach muy buena que no se corta un pelo, Naomi Dunford). Sé tu, esa es la mejor manera de separarte de la competencia: tus experiencias, por lo que has pasado, tu sentido o no del humor, tu forma de escribir, tu optimismo o dureza….

3. Deja de querer gustarle a todo el mundo. Lo entiendo perfectamente y, además, es característica propia de las mujeres, queremos caerle bien a todo el mundo, queremos que a todo el mundo le guste como somos, lo que vendemos, cómo escribimos y los colores de nuestra web. El hecho es que eso no va a a pasar. Por muy maravillosa, elegante e inteligente que seas y por increíble que sea lo que vendes, siempre habrá gente a quien no le gustes. Punto.

Lo mejor de todo esto es que no pasa nada, es ley de vida. Aunque te pique un poco no te tienes que obsesionar, porque empezarás a ser quien no eres solo para gustar y eso no te lleva a ninguna parte, te diluyes entre la multitud. Volvemos al punto anterior, se tu misma, eso te hará diferenciarte y sí, probablemente tendrás más críticas, pero también tendrás muchas personas encantadas con lo que haces porque solo tu lo haces así. ¿Qué te llegan críticas? Aplica lo que corresponda, mejora tu servicio y no te enganches en discusiones inútiles.


Por Aida Baida Gil