viernes, 28 de febrero de 2014

El emprendimiento, otra opción

Con la evolución de los mercados, la globalización y la restringida oferta de empleo a las nuevas generaciones les han llegado la opción o la necesidad de ser empresarios. Más del 90% de las empresas del país somos PYMES y hacemos un aporte bien significativo al producto interno bruto de Colombia. Con el exceso de oferta de profesionales el emprendimiento se ha convertido en una viable alternativa de trabajo.

Hemos llegado al punto en que aunque un profesional haga más especializaciones sus ingresos o posibilidades de empleo no aumentan y partiendo de esta realidad deciden embarcarse en la aventura de ser empresarios.

Otro factor que contribuye a la formación de una cultura empresarial en el país es la poca capacidad de los gobiernos de sostener la carga pensional de los empleados. Por ello además de que la mayoría de los jóvenes se tendrá que mercadear a sí mismos o a su empresa, también tendrá que preocuparse por forjar su propia jubilación en un fondo de pensiones público o privado sin que sea responsabilidad exclusiva del estado. Las épocas en que bastaba un pregrado para perpetuarse en un empleo a recibir cómodamente una quincena fija y salir jubilado son cosa del pasado.

En una conferencia de emprendimiento, algunos jóvenes en el umbral de su carrera contagiados por el pesimismo regional me preguntaban que si pese al letargo de algunas ciudades sería posible hacer empresa y que podía hacer el gobierno por ellos. Más que buscar soluciones o respuestas rápidas y que dependan de factores macroeconomicos, creo que ser empresario es cuestión de actitud, de tener un proyecto de vida trazado y de tener muy claro el papel del mercadeo en la idea de negocio. Del mercadeo parte el primer eslabón de la cadena para que una empresa sea viable. La misión de la empresa antes que generar utilidades es que perdure, cree una marca reconocida y genere valor con un factor diferenciador que estimule las ventas. La pregunta del millón. ¿Cómo escoger una idea de negocio? Cito algunas fuentes: Los ejercicios de lluvia de ideas, los contactos personales, la subcontratación de procesos, hobbies, las ferias comerciales, publicaciones gremiales, tesis universitarias, implantación de nuevas tecnologías, las franquicias, buscar en instituciones de apoyo, identificar productos importados para producirlos a menor costo, desarrollar productos que tengan que ver con nuevas tendencias(Ecología, comunicación, estética, recreación, productos dietéticos, la seguridad).

Otra manera de encontrar ideas es analizar por qué compran los clientes. Compran para ahorrar tiempo (por eso usamos el fax, Internet y los computadores). Compran por comodidad (parqueo, juegos), compran por credibilidad o sea el respaldo que les da una marca o compran por el estatus que representa usar un producto. No todas las ideas tienen que ser muy sofisticadas. Puede ser algo existente y ofrecerlo más rápido, mejor distribuido, con mejores condiciones de pago, etc. En todo caso con un elemento diferenciador importante frente a la competencia. Insisto, muy enfocado al mercadeo.

A diferencia de los que optan por ser empresarios como escampadero, se requiere una buena dosis de pasión por lo que se hace, convivir con la incertidumbre y perder el miedo al fracaso por que el único que no se equivoca es el que no hace nada, pero vale la pena optar por este gratificante modo de vida, que no nos libra de las crisis u otros obstáculos, pero es una forma de saborear la libertad, de pasar de los derechos a las responsabilidades, de saber que la suerte no existe, que se tiene toda una vida para ser ordinario y solo una oportunidad para ser extraordinario.

Los interesados en emprender pueden aprovechar las actuales instituciones de apoyo como el parque de innovación empresarial, el fondo emprender, las incubadoras de empresas, Los gremios con su vocación exportadora y de contribuir al empleo, las secretarías del emprendimiento y otras entidades que fomentan la creación de empresa y que infortunadamente no existían en mi generación. 

No podemos esperar a que el gobierno solucione todo o basar el aprendizaje únicamente en la academia. Lamentable el hecho de que en colombiael nivel de lectura percapita no supera 2 libros por año en promedio, mientras que los países desarrollados pasan de 10. Si en vez de dedicar 3 horas semanales a ver novelas o realityes los jóvenes leyeran ese tiempo equivalente, en tres años serían expertos en un tema, y es que el empresario prospero debe investigar y leer mucho para encontrar respuestas y escalar posiciones en su negocio, en especial sobre asuntos de ventas o mercadeo.

No es cuestión de suerte, estudio, dinero o salud. Es de actitud. El hombre no hace nada hasta que la causa para la cual trabaja, posee todo lo que hay en él.


Por Eduardo Gómez Giraldo.

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