jueves, 13 de febrero de 2014

6 pasos para averiguar en qué emprender


  1. ¿Sabes ya lo que te apasiona? Quizás para responder a esta pregunta tienes que indagar un poco en tu interior. Conocerte es básico para que sepas lo que te emociona. Haz una lista con todo lo que te gusta, por muy tonto que te parezca, aficiones, hobbies, todo lo que se te ocurra, como una tormenta de ideas. En esta fase no estás tomando una decisión, ni juzgando si es una tontería, simplemente estas exponiendo una serie de ideas para poder considerarlas más adelante. ¿Qué es lo que no te importa hacer? ¿Qué es aquello que haciendo pierdes la noción del tiempo? ¿Qué te da igual hacer a cualquier hora porque siempre te apetece?
  2. Eres bueno, muy bueno. Ahora que ya tenemos la primera lista, vamos a por la siguiente. Normalmente lo que se nos da bien, suele tener relación con lo que nos gusta hacer, pero no siempre somos conscientes de ello. Así que para hacer ésta lista vamos a recurrir a los que tenemos alrededor. Hacer participar a los que te rodean es una buena manera de conocer aspectos que otros ven de nosotros mismos y que desconocemos. No es momento de que nos juzguen, ni de que hagan una lista de pros y contras, simplemente que te digan según ellos (mejor pregunta a unos cuántos, familia, amigos. . . ) que creen ellos que se te da bien, que eres muy bueno. Recuerda cuando te hayan dicho lo bien que te había salido hacer tal y tal cosa. Sea lo que sea, entenderte bien con niños, cuidar flores, hacer dulces, cualquier cosa.
  3. Oportunidades de mercado. Cuando se quiere emprender, muchos piensan en crear algo que todavía no esté inventado y de ahí viene esa expresión: “es que ya está todo inventado”. ¿Y qué? ¿Crees que para tener éxito tienes que inventar algo nuevo? Si es así siento desilusionarte (aunque en el fondo es una buena noticia) pero no es necesario. Basta con que descubras una necesidad de un colectivo o grupo de gente considerable (mercado) que no está cubierto. O quizás un servicio o producto que ya existe pero lo puedes mejorar añadiendo valor o haciéndolo de otro modo. Hay empresas muy grandes e importantes que simplemente han tenido éxito haciendo las cosas de otra manera y atreviéndose.
  4. Sé un experto. Si quieres abrirte camino emprendiendo tu negocio debes convertirte en un experto en tu materia. ¿Cómo puedes hacerlo? Volvamos a tu pasión, cuando algo te gusta mucho, casi de manera instintiva, absorbes toda la información posible acerca de tu tema. Te informas, te formas, te instruyes. Todo lo que cae en tus manos sobre ello te interesa, y si no, lo buscas. Fíjate sino en tus hobbies y pasatiempos, no te importa pasarte horas mirando cómo funciona algo, u organizando o coleccionando, la satisfacción te compensa ese tiempo. Si tu negocio es tu pasión pasa lo mismo. ¿Y cómo me convierto en experto? Pues conociendo más sobre ese tema que muchísimas otras personas a las que les pueda interesar tu conocimiento. Todos podemos ser expertos en algo, falta que tengamos el conocimiento y la experiencia. Así que si quieres convertirte en experto, busca todo lo que puedas encontrar sobre tu tema y practica, practica y practica.
  5. Encuentra tu nicho. Cuando un pasatiempo o hobby decides convertirlo en negocio, significa que le quieres sacar un provecho económico para que te permita poder vivir de él. Así que una vez conocemos lo que nos gusta, lo que se nos da bien, las oportunidades de mercado y somos expertos en ello, es la hora de conocer muy bien nuestro público objetivo, ese que está interesado en la solución que le vamos a ofrecer para solventar su problema. Si crees que todo el mundo puede ser tu cliente ideal, estás equivocado. Igual que te centras en ser experto sobre un tema (no se puede ser experto en todo), tienes que enfocarte en un tipo de público determinado, para conocer cómo piensan, qué sienten, qué hacen, qué problemas tienen y cómo puedes ayudarles. Se lo más específico posible y te ayudará a conocerlo mejor. Podemos tratar el tema del cliente ideal más ampliamente en otro artículo.
  6. Verifica el punto de unión en común. Después de todo el estudio que llevas hecho, seguro que te vienen un montón de ideas a la cabeza. Cuando juntes todas las listas es posible que veas puntos de conexión entre ellas. Esos puntos de conexión son los que pueden generar ideas que luego desarrolles y descubras posibles nichos donde poder emprender tu negocio. Puedes ofrecer servicios que tus potenciales clientes puedan necesitar y que puedan suplir una necesidad o una solución a un problema. Puede ser que les aporte bienestar, crecimiento, satisfacción, o que les ahorre tiempo, preocupaciones o dinero.


            Por Cristina López


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